Hoy día, es conocido que las tarjetas negras se ofrecen a los directivos y trabajadores de las
empresas como gastos de representación. Normalmente tiene límite
aunque a veces no en casos de altos directivos los gastos no se
justifican pero siempre se tiene en cuenta que el gasto es por el
bien de la empresa.
El uso de estas
tarjetas de forma indebida como ha sucedido con las tarjetas "B"
de Bankia ha supuesto una mezcla de mal control por parte de la
empresa, mal control por parte del estamento político, mal control
por parte de hacienda y sobre todo falta de transparencia y claridad
en su uso.
Se afirma que casi todo el dinero que se obtuvo con estas tarjetas fue retirado siendo todavía la entidad Caja Madrid, y al parecer el dinero que se retiró siendo Bankia ya ha sido devuelto. Caja Madrid puso estas tarjetas en circulación fuera del circuito de la entidad y sin estar relacionadas con la misma, de hecho llevaba parte de la contabilidad de forma manual.
Otro elemento a ser
tenido en cuenta y de vital importancia en el desarrollo de las investigaciones a fin de catalogar los hechos como delictivos a nivel
fiscal es la obligación de pagar el impuesto de valor añadido por
parte de los directivos que han usado estas tarjetas. Se está
señalando que estas tarjetas se daban a los directivos de los años
80.
Dichas tarjetas se han utilizado
para comidas, viajes, regalos, todo pensado en ampliar los contactos de
la compañía y su beneficio. Y en este caso, la empresa lo justifica
como gastos y el empleado no tiene que declarar nada. Otro caso
distinto es cuando las tarjetas tienen además de un uso profesional
un uso personal y se ofrecen como parte del salario o como un
complemento al mismo y en este caso sí que hay obligación de
declaración por parte del usuario así como de guardar todas las
facturas y declarar todos los gastos. Estos gastos están
perfectamente controlados por hacienda y por las empresas. Y de
existir delito con las tarjetas provendría de esta ocultación.
Algunos defienden que las tarjetas se usaban como retribución, otros como representación de empresa y ante esta duda surge la posibilidad de un hecho delictivo que aumenta la indignación social. Pero como ha podido conocer la opinión pública los gastos eran de lo más diversos: desde colegios, electrodomésticos, sacar dinero en efectivo, etc..
Algunos defienden que las tarjetas se usaban como retribución, otros como representación de empresa y ante esta duda surge la posibilidad de un hecho delictivo que aumenta la indignación social. Pero como ha podido conocer la opinión pública los gastos eran de lo más diversos: desde colegios, electrodomésticos, sacar dinero en efectivo, etc..
El último elemento
que configura el escándalo de estos 15 millones efecto de sacudir la
manta por parte de el nuevo director de Bankia es, que ningún partido
político ni organización sindical se salvan del escándalo lo que
hace aún más penosa la situación y sirve como pequeño muestra de
lo que es la situación política global en España; un pequeño
ejemplo local de una afectación sistemática global de corrupción generalizada en todos los estamentos políticos y en todos los
partidos que se ha dado hasta ahora.
Todos estos usuarios han argumentado que el uso de estas tarjetas
era frecuente no sólo en Bankia sino en otras estructuras y empresas, lo que habla todavía peor del estamento político y de que queda
mucho por investigar. Y sobre todo advierte de la catadura moral de
nuestros políticos. Incluso de partidos que abogan por su estado
inmaculado deben de revisar las tendencias de sus afiliados como por
ejemplo Rosa Díez que olvida que uno de los consejeros VIP con
tarjeta fue número uno de UPyD en las municipales.
El Consejo PolíticoRegional de IU-CM ha aprobado una resolución en la que piden perdón
por la conducta "intolerable”.